Almorzando con un teléfono celular
Ya se que se ha escrito mucho sobre este tema, pero dado que este blog lo escribo para mi y un par de personas mas que lo leen a él me refiero de nuevo.
Mi adorado tormento es un cautivo convicto y confeso de los teléfonos celulares. Maneja dos que suelen sonar al mismo tiempo asi que pasas por la divertida situación de verlo con uno en cada oreja o por la irritante de que pienses que está hablando contigo cuando en realidad le está respondiendo a otra persona.
Me parece que soy bastante comprensiva con el tema y pues tampoco me hago dramas si lo llaman, pero a veces la cosa se pone pesada, sobre todo cuando el susodicho te llama de pronto para invitarte a almorzar y la situación va más o menos así:
Yo: “si, porque la verdad que xxxx fue muy divertido…”
El Celu: “ringggg”
El: “un ratito… blablabla…”
El Celu: “clic”
Yo: “bueno, como te iba diciendo…”
El Celu: “ringggg”
El: “un toque, no hables que es mi jefe… blablabla…”
El otro Celu: “ringggg”
El (poniendo el Celu en hold y respondiendo el otro Celu): “si, don xxxx, por supuesto que blablabla….”
Yo (sacando la palm para jugar solitario): “pic, pic, pic…”
El (poniendo El Otro Celu en hold y recuperando El Celu): “ajá, si ya, es que era….”
Yo: “pic, pic, pic…”
La Comida: “Hey, que me enfrío…!”
El: “Ya, ok, chau,… perdona amor, ya en que estabamos…”
El Celu: “ringgg”…
Y así sucesivamente. Y mi miserable celular no timbra, maldito, al menos hazme quedar bien… Ahora que con la Palm no quedo tan mal, pareciera que estoy haciendo citas para algun negocio importante, pero si alguien pasa muy cerca mi coartada queda arruinada con la pantalla verde del solitario.
Bueno, en resumen, de la supuesta hora de refrigerio más o menos tendremos de conversación efectiva unos 15 minutos. Si a eso le restamos la cantidad de tiempo en que su cara de estress me dice que está pensando en cualquier cosa menos en lo que tiene delante, pues es hora de irse.
Entiendo totalmente que es su trabajo, que tiene que atender gente y todo eso, no crean. No soy una bruja tampoco, pero como que uno se siente muy chiquita de pronto. Si a eso le sumamos su brillante puesto comparado con nuestro miserable escritorio y exiguo ingreso esporádico pues casi dan ganas de decir no a la siguiente invitación a almorzar.
Espero que los implantes de teléfono tarden mucho en llegar pues probablemente será el primero y gracias al cielo que su jefe es de lo mas amarrete porque ya tendría un aún más esclavizante blackberry en el bolsillo.
Me conformaré en adelante con seguir jugando con mi Palm. Tengo un nuevo juego y está super adictivo.
Ya se que se ha escrito mucho sobre este tema, pero dado que este blog lo escribo para mi y un par de personas mas que lo leen a él me refiero de nuevo.
Mi adorado tormento es un cautivo convicto y confeso de los teléfonos celulares. Maneja dos que suelen sonar al mismo tiempo asi que pasas por la divertida situación de verlo con uno en cada oreja o por la irritante de que pienses que está hablando contigo cuando en realidad le está respondiendo a otra persona.
Me parece que soy bastante comprensiva con el tema y pues tampoco me hago dramas si lo llaman, pero a veces la cosa se pone pesada, sobre todo cuando el susodicho te llama de pronto para invitarte a almorzar y la situación va más o menos así:
Yo: “si, porque la verdad que xxxx fue muy divertido…”
El Celu: “ringggg”
El: “un ratito… blablabla…”
El Celu: “clic”
Yo: “bueno, como te iba diciendo…”
El Celu: “ringggg”
El: “un toque, no hables que es mi jefe… blablabla…”
El otro Celu: “ringggg”
El (poniendo el Celu en hold y respondiendo el otro Celu): “si, don xxxx, por supuesto que blablabla….”
Yo (sacando la palm para jugar solitario): “pic, pic, pic…”
El (poniendo El Otro Celu en hold y recuperando El Celu): “ajá, si ya, es que era….”
Yo: “pic, pic, pic…”
La Comida: “Hey, que me enfrío…!”
El: “Ya, ok, chau,… perdona amor, ya en que estabamos…”
El Celu: “ringgg”…
Y así sucesivamente. Y mi miserable celular no timbra, maldito, al menos hazme quedar bien… Ahora que con la Palm no quedo tan mal, pareciera que estoy haciendo citas para algun negocio importante, pero si alguien pasa muy cerca mi coartada queda arruinada con la pantalla verde del solitario.
Bueno, en resumen, de la supuesta hora de refrigerio más o menos tendremos de conversación efectiva unos 15 minutos. Si a eso le restamos la cantidad de tiempo en que su cara de estress me dice que está pensando en cualquier cosa menos en lo que tiene delante, pues es hora de irse.
Entiendo totalmente que es su trabajo, que tiene que atender gente y todo eso, no crean. No soy una bruja tampoco, pero como que uno se siente muy chiquita de pronto. Si a eso le sumamos su brillante puesto comparado con nuestro miserable escritorio y exiguo ingreso esporádico pues casi dan ganas de decir no a la siguiente invitación a almorzar.
Espero que los implantes de teléfono tarden mucho en llegar pues probablemente será el primero y gracias al cielo que su jefe es de lo mas amarrete porque ya tendría un aún más esclavizante blackberry en el bolsillo.
Me conformaré en adelante con seguir jugando con mi Palm. Tengo un nuevo juego y está super adictivo.
1 Comments:
lo sientoy espero que tu tormento lea tu blog, por otro lado terrible realidad que en la era de la comunicacion, cada ves nos hablemos menos...
Publicar un comentario
<< Home