Navidad, Blanca Navidad
La navidad es de los niños por supuesto, pero también de aquellos con alma de niños, con niños, que viven soñando con el momento de ver las sonrisas brillantes en las caritas felices al recibir los regalos.
Sin embargo, la naturaleza humana y la curiosidad dictan otra cosa y el sueño se vuelve cómico cuando al momento de la apertura de regalos y con todas las cámaras preparadas, los infantes deciden que está más entretenido jugar con los papeles de brillantes colores, lazos, bolsas y cajas que acompañan juguetes, ropas, etc.
Al más puro estilo del comercial de Mastercard, mi pequeña de año y medio se entretuvo toda la vigilia de la nochebuena hurgando entre los regalos y separando los paquetes de colores más bonitos grandes o pequeños para jugar con ellos. La hora de los regalos fue aún más entretenida, cuando con su primo un año mayor decidieron jugar con los papeles, dejando olvidados a un lado los costosos juguetes.
Por supuesto las cajas formaron parte de los más entretenidos juegos y los juguetes menos costosos y a los que un adulto casi ni habría mirado fueron los que causaron mayor sensación y hoy ocupan un lugar principal en sus juegos.
Valga la inocencia de los niños y que les dure mucho tiempo.